y reducir el uso de antibióticos en la granja
Establecer correctamente el proceso de ordeño
Llevar guantes
Reduce la transmisión de bacterias contagiosas
Se debe:
- Elegir unos guantes sin látex para reducir los riesgos asociados con alergias a este material.
- Elegir un grosor y un largo de guante que ofrezcan una protección máxima, que se ajusten bien a los dedos y que permitan el movimiento natural de las manos.
- Incluir esta práctica en el protocolo de limpieza de pezones y exigir que todo el personal de ordeño lleve guantes durante dicho proceso.
- Desinfectar los guantes frecuentemente durante el ordeño, ayudándose de una toallita alcoholizada o impregnada en solución lava-pezones.
- Evitar tocar cualquier otra superficie que no sean los pezones o la máquina ordeñadora.
- Desechar los guantes después de cada ordeño.
El despunte
Favorece el reflejo de bajada y el flujo de leche
Mejora la detección de la mamitis clínica
Elimina las bacterias alojadas en el canal del pezón
Conciencie a todo el personal de ordeño de trabajar así:
- Si los pezones están muy sucios, límpielos antes del despunte.
- Lleve a cabo el despunte antes de limpiar la ubre con una solución específica. Despunte antes o justo después del baño de pezones preordeño (sin eliminar demasiado producto) pero siempre antes de secar.
- Utilice una jarra de pruebas de fondo oscuro para detectar fácilmente grumos en la leche. En la sala de ordeño, si el examen de la leche se hace sobre el suelo, no la tire cuando las vacas están presentes, hágalo entre una serie de vacas y otra.
La preparación de la ubre
Estimula el reflejo de la salida de la leche
Reduce la incidencia de mamitis
Tenga en cuenta que:
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Los pezones, aunque parezcan limpios, deben ser lavados con el fin de reducir la cantidad de bacterias.
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Los desinfectantes deben estar aprobados por Santé Canada (Health Canada) (Número DIN en la etiqueta).
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Si se utilizan dos productos diferentes para el baño de pezones preordeño y postordeño, es necesario asegurarse de que son productos compatibles entre sí. A menos que estén aprobados para la utilización en preordeño, las soluciones de baño para pezones postordeño solo deben emplearse para este fin.
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Es necesario identificar claramente las botellas y las jarras utilizadas en preordeño y en postordeño.
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En caso de utilizarse, las soluciones preordeño deben estar en contacto con el pezón, al menos, 30 segundos.
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Cada pezón debe ser lavado, comenzando desde arriba hacia abajo en movimiento de rotación. Se termina frotando el extremo de cada uno con una esquina limpia de la toalla.
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Los pezones deben estar secos antes de colocar la unidad de ordeño.
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Es necesario esperar de 60 a 90 segundos entre la preparación de la ubre y colocación del sistema de ordeño.
La desinfección de los pezones después del ordeño
Elimina las bacterias en el exterior del pezón mediante la utilización de un baño de pezones o la pulverización de un desinfectante
No olvide:
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Utilizar un desinfectante que contenga un agente suavizante para mantener la piel del pezón en buen estado.
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Aplicar el baño de pezón a toda la superficie del pezón.
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Para conseguir un buen resultado, es mejor sumergir el pezón que pulverizarlo.
La verificación del equipo de ordeño
Asegura un ordeño rápido y adecuado
Disminuye el riesgo de transmisión de mamitis
Mantiene los pezones en buen estado
Mejora el bienestar de las vacas durante el ordeño
Asegúrese de:
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Reemplazar los manguitos según las recomendaciones del fabricante.
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Realizar la inspección reglamentaria y completa del sistema de ordeño una vez al año, o con mayor frecuencia si es necesario. Debe hacerlo una persona objetiva y con el instrumental apropiado.
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Exigir un informe de verificación escrito y detallado, realizado por una persona cualificada para este tipo de revisión.
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Realizar arreglos, aunque sean menores.
El análisis bacteriológico, la clave en el diagnóstico de la mamitis
Detecta y confirma los casos de mamitis
Determina el agente patógeno causante
Orienta en la estrategia a seguir para un tratamiento eficaz
Se debe:
- Tomar de forma sistemática una muestra de leche de cada vaca al comienzo de la lactación o, como mínimo, de los cuartos que sean positivos a CMT.
- Tomar muestras de leche de los cuartos cuya leche sea visiblemente anormal, para poder identificar el patógeno.
- Tomar muestras de vacas con niveles elevados de CCS durante la lactación.
- Tomar las muestras, si es posible, antes del ordeño para que el análisis sea más sensible.
- Enviar las muestras a un laboratorio o utilizar un sistema de cultivo bacteriano en la granja con la ayuda del médico veterinario, para obtener los resultados en 24 h.
La estrategia de tratamiento: ¡garantía de éxito!
La utilización de antibióticos
Disminuye la duración de las infecciones
Limita el contagio y las complicaciones
Aumenta la tasa de curación
Para utilizar esta estrategia:
- Consulte al médico veterinario para establecer un protocolo por escrito de tratamiento que incluya la utilización de antibióticos homologados.
- Tome y congele una muestra de leche para realizar un análisis bacteriológico antes de comenzar el tratamiento. Esta muestra podrá ser analizada si la vaca no responde al tratamiento.
- Anote los casos de mamitis y los tratamientos administrados en un registro detallado.
- Realie un análisis bacteriológico para confirmar la curación de la vaca.
No trate con antibióticos:
No administre antibióticos cuando el estado infeccioso de la vaca sea:
- Un caso crónico que no responde al tratamiento.
- Una infección por una bacteria que responda poco o nada a los tratamientos.
- Una infección por una bacteria que pueda ser fácilmente eliminada por la vaca (p. ej. las patogénesis asociadas a una alta tasa de curación espontánea, como los estafilococos (SCN) o Corynebacterium spp.).
Vigile la evolución de los signos clínicos de la mamitis y aplique terapias alternativas (antiinflamatorio, ungüentos, masajes, ordeño frecuente).
Tratamiento durante el periodo de secado
Reduce los riesgos de nuevas infecciones durante este periodo
Elimina las infecciones presentes durante el fin de la lactación
Siga las etapas siguientes:
- Consulte al médico veterinario para establecer un protocolo por escrito de tratamiento de secado.
- Trate a todas las vacas secas con un antibiótico intramamario reconocido para este uso.
- Utilizar un tratamiento selectivo durante periodo de secado basado en un análisis bacteriológico de la leche es una buena opción, pero solamente en los rebaños en los que la mamitis contagiosa esté bien controlada y en los que el CCS sea bajo. Siempre consulte a su médico veterinario antes de considerar esta alternativa.
- Utilice un sellante interno para cada pezón, según recomendación veterinaria.
- Anote todos los tratamientos en un registro.
- En el primer control lechero posparto, verifique la eficacia del tratamiento durante el periodo de secado analizando el CCS y los resultados del análisis bacteriológico.
El trabajo en equipo, ¡una fórmula ganadora!
Para disminuir el CCS y reducir la utilización de antibióticos:
- Debe trabajar con un equipo motivado que le apoye y le aconseje.
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Debe aplicar correctamente las prácticas de gestión de la salud de la ubre para obtener los resultados deseados.
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Su médico veterinario, así como su consejero y otros expertos, pueden ayudarle a establecer la estrategia ganadora.